Todo el mundo los conoce: las notas escritas a mano, los libros de cocina amarillentos, el viejo cuaderno de cuero.
Allí no hay sólo una receta, sino también un trocito de recuerdo, un trocito de hogar.
Más que ingredientes: historias de la cocina
Un pastel del diablo que solo la abuela sabía hacer. Pepinillos encurtidos, como lo ha hecho la familia por generaciones.
Hoy en día se pueden encontrar miles de recetas en Internet, pero ninguna tiene tan buen sabor como las de la abuela en aquel entonces.
¿Por qué? Porque no se trata solo de cocinar, sino de la tradición, los recuerdos y las historias que hay detrás.
Por qué no debemos perder estas recetas
- Conservan las tradiciones familiares.
- Cuentan historias sobre fiestas, costumbres y la vida.
- Conectan generaciones.
Cuando las recetas desaparecen, siempre desaparece con ellas un trozo de cultura.
vitolibro: Preservando recuerdos
Precisamente por eso en vitolibro.com iniciamos un proyecto: Los lectores se convierten en autores .
Recopilamos recetas, historias y recuerdos, y creamos antologías que no sólo se cocinan, sino que también se leen.
Así son los libros como:
- Recetas de repostería para las fiestas de Franconia
- ¿Qué se hornea durante las fiestas en Turingia?
- Cuentos de hadas de los Montes Metálicos
Únete y conserva tus recetas familiares
👉 Anota la receta de tu abuela, cuéntanos la historia que hay detrás y envíanos algunas fotos.
Su contribución se publicará e incluso recibirá una compensación por las ventas del libro.
Niños, lleven a su abuela a la computadora portátil: sus recetas, cuentos de hadas e historias son demasiado valiosos para olvidarlos.